Si como a nosotros te gustan los perros, si como a nosotros te preocupa el bienestar animal, por favor, no les toques cuando te encuentres uno en el monte. No son perros de compañía, sino perros pastores o de defensa de rebaños. Su supervivencia y su trabajo depende de que no estén demasiado habituados al trato con los humanos, y sí a desenvolverse en el entorno, cumplir su trabajo y defenderse de otros animales.

Si le das de comer, si le acaricias, el perro acaba «maleado», demasiado acostumbrado a la presencia humana, y no cumple su trabajo.

Todos los años se abandonan, mueren o se matan perros pastores que por culpa de nuestro amor por los animales mal entendido dejan de ser útiles en su trabajo. Podemos llenar de mimos a nuestros compañeros de piso, pero debemos dejar trabajar a quienes están por el monte.

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